Año 238 A.C. Cartago emprende la conquista de la península Ibérica como primer paso para recuperar su hegemonía en el Mediterráneo. Un plan que ni Roma ni los pueblos iberos están dispuestos a aceptar. En Hispania se decide el destino del mundo conocido, un inmenso campo de batalla en el que brillan el genio de Aníbal, el arrojo de Escipión el Africano y la valentía de los guerreros iberos...